Café de especialidad tostado en Córdoba
- Origen: Colombia
- Departamento: Nariño
- Productor: Pequeños Productores
- Finca: Pequeños Aricultores
- Variedad: Caturra, Colombia.
- Proceso: Lavado
- Altura: 1950 msnm
Notas de Cata: Cereza, citrico, avellanas, chocolate con leche y uva roja.
En las montañas de Nariño, donde la cordillera de los Andes se encuentra con un clima ideal para el cultivo de café, los varietales Caturra y Colombia alcanzan su máxima expresión, ofreciendo una experiencia sensorial única que refleja la riqueza de esta región cafetera. Nariño, conocida por su altitud elevada y su diversidad microclimática, es el hogar de estos dos varietales que, gracias a las condiciones particulares de la zona, se distinguen por su calidad sobresaliente y su sabor inconfundible.
El Caturra, un varietal originario de Brasil y ampliamente cultivado en Colombia, se adapta perfectamente a las laderas de Nariño. Su cultivo se beneficia de la altitud y el clima fresco, lo que permite una maduración lenta de los granos, resultando en una taza de café con una acidez brillante, de cuerpo medio y un perfil muy limpio. Las notas afrutadas, similares a las manzanas verdes y cítricos, se combinan con una suavidad que lo hace agradable y balanceado, ideal para quienes buscan una bebida refrescante y elegante.
Por otro lado, el varietal Colombia, desarrollado específicamente para ser cultivado en las regiones montañosas de Colombia, también se destaca en Nariño. Su resistencia a enfermedades y su adaptación a las condiciones de la región permiten obtener un café de excelente calidad, que ofrece una taza con una acidez bien equilibrada, dulce y de cuerpo medio a completo. En cada sorbo, el sabor a frutos rojos y la suavidad del caramelo se mezclan con notas de nuez y chocolate, creando una experiencia de sabor envolvente y placentera.
Ambos varietales, Caturra y Colombia, no solo comparten la característica de ofrecer cafés de altísima calidad, sino también una profunda conexión con la tradición cafetera de Nariño. Los caficultores de la región, que cultivan estos granos con esmero y dedicación, han sabido aprovechar las condiciones naturales para producir cafés que son admirados por su sabor y complejidad.